lunes, 5 de octubre de 2015

DITTRICHIA VISCOSA (Mata mosquera). MUY EXTENDIDA POR LA REGION. Fotos de julio a diciembre

Sin duda la olivarda constituye todo un monumento viviente a la adaptabilidad. Si hay una planta que podemos ver por todos los rincones de nuestra región y en floración en cualquier época del año (aunque su máximo es en verano y otoño), esa es la olivarda. 


Etimología: el nombre genérico le fue otorgado en honor al botánico alemán Manfred Dittrich, en tanto que su epíteto específico proviene del latín "viscum", que significa viscoso, pegajoso, en referencia al tacto de sus tallos y hojas llenos de pelillos glandulares que segregan una sustancia pringosa. 

Hábitat: viaria, matorrales nitrófilos, ramblas, taludes, campos o pastos abandonados, terrenos removidos.

Ditribución: Región Mediterránea, Macaronésica e Irano-Turánica. Su gran capacidad de adaptación a medios difíciles y la fácil dispersión de sus semillas (plumosos vilanos movidos por el viento) han hecho que la olivarda esté presente en todos los continentes y le ha llevado a ser catalogada de planta invasora a erradicar. Dispersa por casi toda la Península y Baleares. Extendida en nuestra Región.

Floración: de abril a noviembre.

Curiosidades botánicas: no por común, es menos sorprendente esta planta. Las distintas adaptaciones, usos y propiedades de la misma queda muy bien reflejada en un texto del que tomo las siguientes notas (https://plantarte-entu-oasis.blogspot.com/2013/12/olivarda-mosquera-pulguera-dittrichia-inula-viscosa-usos-propiedades-medicinal-asociacion-cultivos-insecticida.html?fbclid=IwAR3-ZqTQJCMPZ-N5da4nIX7IqeWSJ4ojOoiZVDo4aVQulnGsUS-xMiV4bWs): La segregación química de hojas y tallos "la hace poco atractiva y digestiva a los herbívoros, pero además, al caer al suelo, inhibe la germinación de otras plantas vecinas que pudieran competir con ella. Además está muy adaptada al fuego ya que sus semillas, rodeadas de una dura cutícula, resisten las altas temperaturas, germinando profusamente tras el incendio. Abundando más en estos recursos adaptativos ante posibles competidores o ante su depredación, la olivarda emite un cierto olor poco agradable o incluso repelente para sus posibles consumidores. Es además una planta excepcionalmente adaptada a vivir en terrenos pobres, secos y soledados, resistiendo amplias variaciones térmicas. Sus hojas y tallos tomentosos evitan la excesiva transpiración y su brillante cutícula que recubre la epidermis de sus hojas consigue reflejar el exceso de radiación solar. Por otro lado, su largo período de floración (que comienza en julio pero se prolonga hasta bien entrado el invierno) constituye una exitosa estrategia que tiene como fin aprovechar la escasez de competencia, aportando además un sustento vital para numerosas especies de insectos. La olivarda guarda una relación especial con los olivos (de donde se deriva su nombre vulgar), ya que da cobijo invernal al himenóptero Eupelmus urozonus, enemigo natural de la mosca de la aceituna. También se ha comprobado su eficacia en asociaciones de cultivos con cítricos (contra la Phyllocnistis citrella), así como con encinas (contra la Ischeria eklebadella).

Usos tradicionales: los diversos nombres comunes que se le han dado, como los de "altabaca", "pulguera", "hierba mosquera" ya nos dan un indicio de que es un buen insecticida, para lo cual se colgaba la planta de los techos de las casas para que las moscas u otros insectos indeseables quedasen atrapados en sus hojas viscosas. En los establos, mezcladas en las camas del ganado, actuaba de atrapapulgas. En algunos lugares se quemaba su parte aérea para que el humo resultante con su especial aroma, ahuyentase moscas y mosquitos. Sus hojas secas se han utilizado para fumar, además de útil herramienta para eliminar las pinchas de los higos chumbos tras un fuerte barrido.
Actualmente se utiliza también como corrector de suelos contaminados, para extraer y acumular metales pesados como el mercurio o el plomo.
Pero es que además resulta ser una planta muy apreciada por la medicina tradicional, seguramente debido a las propiedades balsámicas y antisépticas proporcionadas por el eucaliptol. Contra el reuma, como vulneraria, analgésica y diurética, antipirética, contra el paludismo y algunas enfermedades urinarias..., aunque su uso por vía interna puede resultar tóxico.
Actualmente está siendo investigada como fuente natural para la obtención de inhibidores de la vasodilatación neurogénica, lo que tendría una aplicación inmediata en casos de migraña y distintos tipos de cáncer. También se han detectado efectos inhibitorios contra el virus del SIDA, hepatitis B y C, llegándose a patentar composiciones antivirales con fórmulas que incluyen extractos de olivarda"








































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