AILANTHUS ALTISSIMA (Ailanto) EXTENDIDA POR LA REGION. Fotos de abril a junio

Descripción: http://www.floraiberica.es/floraiberica/texto/imprenta/tomoIX/09_115_Simaroubaceae_2010_12_21.pdf 

Etimología: el nombre genérico proviene de la palabra ambonesa (Isla de Ambon, Indonesia) ailanto (=árbol que alcanza el cielo). El epíteto específico es una palabra latina que significa "el más alto", refiriéndose a la altura que el árbol puede alcanzar.

Hábitat: Frecuente en jardines, bordes de caminos, carreteras, vías férreas, taludes, solares abandonados, barrancos, bosques de ribera, etc. donde se asilvestra con facilidad.

Distribución: Originario de China central, Taiwán y N de Corea, se ha naturalizado en casi todo el mundo. En la Península Ibérica se encuentra naturalizado por todo el mundo. Extendido por nuestra Región.

Floración: De abril a Agosto

Usos: 

• Como árbol ornamental, de crecimiento rápido y pocas exigencias. Muestra gran facilidad para la multiplicación vegetativa y por semillas, comportándose como árbol invasor. Se plantan con más frecuencia los ejemplares femeninos debido al olor desagradable de las flores estaminadas.
• Uso industrial: cultivado en China para la utilización de sus hojas en la alimentación de un gusano de seda (Samia cynthia). También se ha usado como herbicida e insecticida por la presencia de ailanthinona. Sus hojas también han sido utilizadas para la fabricación de papel y para la obtención de un colorante amarillo para la lana.
• Uso medicinal: aparecen triterpenoides, cuasinoides como la ailanthinona, algunos con actividad citostática y efectos antileucémicos, aunque dada su toxicidad es complejo su uso terapéutico. La corteza se ha utilizado en la medicina tradicional china como diurética, antiespasmódica, astringente, emética, febrífuga, rubefaciente y vermífuga. También se ha analizado su capacidad como antimalárico..
• Toxicidad: su ingesta produce vómitos y diarreas. Por contacto se pueden originar dermatitis.

Nota: incluída en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras debido a su potencial colonizador y por constituir una grave amenaza para las especies autóctonas, los hábitats y los ecosistemas ya que por sus efectos alelopáticos, desplaza la vegetación nativa preexistente, dificultando su regeneración futura, altera el funcionamiento del ecosistema y la disponibilidad de nutrientes.