Siempre que subo a una sierra, miro por los roquedos y cortados pedregosos en busca de algún helecho. Casi siempre se suele ver la frecuente y ubicua Ceterach officinarum. Por eso fue tan emocionante cuando la casualidad me ofreció la sorpresa de algo diferente en mi visita a la Sierra de Ricote, máxime cuando después de tan largo período de sequía, se encuentra una planta en buenas condiciones.
Etimología: el nombre genérico proviene de dos términos griegos: el prefijo a (=sin) y el término splen (=bazo), por sus supuestas virtudes curativas del bazo. El epíteto específico se compone de dos términos griegos: ónos (=burro) y ptéris (=helecho), es decir, helecho de los burros.
Hábitat: pie de cantiles, ambientes nemorales, lugares algo húmedos y umbrosos de los bosques, a veces en grietas de rocas y muros, en substratos preferentemente ácidos o descalcificados.
Distribución: Región Mediterránea, W y C de Europa, disyunta en Irlanda, Región Macaronésica (excepto Cabo Verde). Frecuente en Baleares y en las regiones costeras peninsulares, más escaso hacia el interior. En nuestra Región se distribuye de forma dispersa y puntual.
Usos tradicionales: las frondes se utilizaban para el dolor de muelas, en enjuagues con la infusión para el "mal blanco" (un hongo que aparecía en la boca de los bebés), la infusión por vía interna se ha utilizado contra trastornos hepáticos como la ictericia y para el dolor de vesícula
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