Etimología: el nombre genérico se compone de dos vocablos de origen griego: hélios (=sol) y trópos (=giro, vuelta), por la particularidad que tienen sus inflorescencias de girar durante el día de modo que las flores encaren el sol. El epíteto específico procede del adjetivo latino europaeus, -a, -um que significa "de Europa".
Hábitat: suelos nitrificados, cultivos, barbechos, arvense y ruderal.
Distribución: S, C y W de Europa, Macaronesia (excepto Cabo Verde), N de África, SW de Asia. En casi toda la Península Ibérica y Baleares. Extendida en nuestra Región.
Floración: de marzo a noviembre
Usos tradicionales: se trata de una planta con muchas leyendas a sus espaldas ya que desde la Edad Media se le han atribuido multitud de cualidades, poderes mágicos, venenosos y curativos: se decía que protegía y curaba las picaduras de escorpión, se aseguraba también que si se dibujaba un circulo en el suelo con una de sus ramas, el escorpión o la serpiente no podía atravesarlo quedando encerrado en él y si se le arrojaba encima la rama, moría inmediatamente. También se le atribuía el poder de proporcionar sueños premonitorios puesta bajo la almohada y visiones a quien la consumía. Como medicinal se le ha atribuido a sus semillas la virtud de eliminar pequeñas verrugas (de ahí uno de sus nombres vulgares), consumida en infusión se ha utilizado para regular la tensión y para bajar la fiebre; en lavados vaginales para provocar la menstruación.. La realidad es que se trata de una planta altamente tóxica por su alto contenido en cinoglosina que puede causar lesiones hepáticas graves.