Poco se puede decir de esta abundante planta que no sea conocido por la mayoría de las personas ya que se encuentra extendida por toda la región y además es una planta de recia raigambre en las costumbres y usos populares, por sus propiedades medicinales, aromáticas, melíferas y culinarias. Dice un refrán popular que "De las virtudes del romero, se puede escribir un libro entero".
Etimología: el nombre genérico proviene de dos vocablos de origen griego: rhops (=matorral, arbusto) y myrínos (=aromático, perfumado), es decir, arbusto aromático. El epíteto específico es el usado para muchas especies que desde antiguo han tenido un uso medicinal (officina = laboratorio, farmacia en la Edad Media)
Hábitat: matorrales, espartizales, formaciones arbóreas abiertas, indiferente edáfica.
Distribución: región mediterránea occidental, por el N hasta las islas del Adriático, por el S hasta Libia, con algunos enclaves en las islas del mar Egeo y del S de Turquía. Casi toda la Península Ibérica, exceptuando las provincias más húmedas y frías. Extendida en nuestra Región.
Floración: todo el año
Usos tradicionales: interviene en la elaboración de distintos licores tradicionales, para condimentar y aliñar guisos y otros preparados culinarios. Es una de las mejores plantas melíferas. También se ha utilizado como combustible, para ahumar las colmenas, para elaborar productos cosméticos y en perfumería. Como medicinal ha tenido diferentes aplicaciones:
- el alcohol de romero para fortalecer la piel y evitar escaras
- sistema circulatorio: en infusión como hipotensor, depurativo, tónico cardíaco y para las varices
- contra la anemia
- el aceite esencial para cortar hemorragias
- como digestivo y aperitivo, contra úlcera gástrica, gastroenteritis, antiinflamatorio hepatobiliar, antiséptico bucal, contra el dolor de muelas
- contra afecciones renales, diurético, contra molestias de la próstata, para favorecer la menstruación y el parto,
- afecciones del sistema respiratorio: contra catarros, gripes, resfriados, antitusígeno, asma, neumonía, alergia, para despejar la nariz y aliviar dolores de garganta
- para rebajar el nivel de azúcar en la sangre, el colesterol o el ácido úrico
- maceradas las sumidades floridas en alcohol o elaborado como pomada o ungüento, se utiliza como antiálgico y antiinflamatorio para combatir contusiones, torceduras, esguinces, tendinitis, artrosis, dolores reumáticos y cervicales, pinzamientos
- como vulnerario y cicatrizante para curar úlceras, heridas, quemaduras, forúnculos, eccemas y otras afecciones dérmicas
- contra dolores de cabeza, depresión, estrés, como relajante e inductor del sueño
- contra irritaciones oculares, cataratas
- como antiséptico en caso de enfermedades infecciosas, pestes, gripes, "culebrina" (herpes zóster), tiña, fiebres de malta, febrífugo.
- enfermedades culturales: contra el "mal de ojo"
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